sábado, 12 de febrero de 2011

Por qu� algunos ni�os de hoy en d�a acaban siendo adolescentes problem�ticos

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Mucha gente se pregunta qu� es lo que hace que muchos ni�os de hoy en d�a tengan un comportamiento censurable en la adolescencia. Ante esta pregunta unos dicen que es la falta de autoritarismo, otros que es el exceso de permisividad y otros (entre los que me hallo), que lo que faltan son padres que pasen tiempo con sus hijos. No es que los dem�s no tengan cierto grado de raz�n, es que se quedan en la superficie.

El autoritarismo como m�todo educativo

Volver al modelo de educaci�n autoritario, t�pico de �pocas anteriores, donde los padres ejercen su autoridad porque s�, utilizando la violencia f�sica y psicol�gica, los gritos, las amenazas y los castigos no es la soluci�n, porque aunque es posible controlar los actos de los ni�os, consiguiendo que en el futuro sean adolescentes y adultos con un sentido de la responsabilidad tal que se considere dicha educaci�n como un �xito relativo, muchos ni�os se rebelan ante lo que consideran injusto (“porque lo digo yo y punto”, “es por tu bien”, “no me contestes”, “mientras vivas bajo mi techo”), llegando a suceder precisamente aquello que se trataba evitar, que el ni�o acabe enfrentado a sus padres. Adem�s, muchos (la mayor�a) de los adultos que se consideran personas responsables (ejemplos del “�xito” del autoritarismo), arrastran (arrastramos) serios problemas de autoestima y de capacidad de decisi�n.

Cuando has crecido en un ambiente en el que tu opini�n no importa demasiado, tus actos deben entrar dentro de un estrecho margen creado por tus padres y acabas haciendo s�lo lo que a ellos les parece bien y desechando lo que les parece mal, cuando crees que est�s haciendo algo bien y el resultado es una bronca tal que acabas asustado, arrinconado en tu habitaci�n gestionando solo esas emociones negativas, que no sabes c�mo superar, acabas por entregarte por completo al poder de tus padres dici�ndoles: “Vale pap�, mam�, como yo no s�, decidme c�mo hacerlo. No quiero equivocarme. No quiero sufrir m�s”.

A partir de ese momento creces como un aut�mata, haciendo solo lo que los dem�s esperan de ti y corrigiendo en el acto aquello que ves que no va a ser bien recibido. As� el ni�o se hace adolescente y finalmente adulto, centrado siempre en la b�squeda constante de una referencia que le siga diciendo qu� est� bien y qu� no. Los padres siguen siendo esa referencia (a veces incluso cuando los hijos ya no viven con ellos), lo son los profesores, lo son los jefes, lo son los compa�eros de clase que ejercen de l�deres de grupo (para bien o para mal) y lo son las parejas por las que van pasando, hasta que encuentran a una capaz de tomar las decisiones que estos ni�os (ya adultos) no saben tomar por s� mismos.

La permisividad como m�todo educativo

Muchos adultos de hoy en d�a, hijos de padres autoritarios, decidieron en alg�n momento de su vida no repetir el modelo educativo de sus padres y dejar hacer a los ni�os todo aquello que ellos no pudieron hacer. Digamos que podr�a ser algo as� como volver a vivir la vida de ni�o, a trav�s de los hijos, desquit�ndose de todo aquello que no pudieron vivir, disfrutando la vida al m�ximo, sin normas, sin l�mites, abarc�ndolo todo y a todos,...

El problema es que la permisividad no es un m�todo educativo. La permisividad absoluta es dejar a los ni�os a su libre albedr�o, en un mundo sin normas ni valores. Eso no es educar, eso es ser un padre irresponsable y eso es jugar con fuego, porque quiz�s alg�n ni�o sea capaz de aprender a comportarse seg�n alg�n modelo externo (que no sean sus padres), pero muchos aprender�n a hacerlo del mismo modo que sus progenitores: pasando de todo.

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As� los padres consiguen que los ni�os antepongan sus deseos y sus necesidades siempre, incluso cuando ya no son beb�s, a las de los dem�s. Esto no tiene por qu� ser un problema per se, pues quiz�s la m�xima aspiraci�n de un ni�o sea tener comida en la mesa cuando tenga hambre, un lugar donde acudir a aprender y donde hacer amigos, un hogar en el que dormir resguardado del fr�o y algunos juguetes para aprender y desarrollarse. Sin embargo esto no suele ser as�, y en un clima en el que los padres no respetan a sus hijos, porque no les inculcan valores (si les respetaran les educar�an) los ni�os pueden aprender a no respetar a los dem�s y a utilizar las libertades, propias y ajenas, para su �nico beneficio.

Como veis, este modelo educativo tampoco es adecuado.

El problema es que los ni�os crecen “sin padres”

He dicho que lo que sucede es que lo que faltan son padres que pasen tiempo con sus hijos. Esta afirmaci�n es reduccionista y deja de lado un problema que es mucho m�s amplio y que deber�amos considerar multifactorial, ya que a un ni�o lo educan sus padres, sus familiares directos, la televisi�n, los amigos, la profesora, la cajera del supermercado, el que tira un papel al suelo en medio de la calle, el amigo de pap� que dice que los moros deber�an quedarse en su pa�s, el vecino que da portazos a diestro y siniestro gritando como un poseso, la madre del ni�o del parque que le permite pegar a tu hijo “porque son cosas de ni�os” y la se�ora que se le acerca a decirle que le va a robar a su hermanito o que se lo va a llevar secuestrado (y paro, que no acabar�a nunca).

Como veis, son muchos factores, pero hay uno que sobresale entre todos, que es la falta de padres: los ni�os de hoy en d�a crecen sin padres, porque sus padres no pasan apenas tiempo con sus hijos.

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Por eso digo que aquellos que abogan por el autoritarismo o que simplemente critican el modelo permisivo se quedan en la superficie. No es que los padres hagan A, B o C, es que los padres no est�n para educar a sus hijos.

Los padres autoritarios s� est�n, en cierto modo, (estos al menos les educan, a su modo, pero les educan), sin embargo los ni�os, como ya he dicho antes, acaban creando la distancia ellos mismos, por su propia seguridad emocional, a medida que crecen. De peque�os lo perdonan todo, pero cuando empiezan a ser m�s conscientes tratan de huir en cierto modo para evitar hacer algo que moleste (“si pap� no me ve, dif�cilmente censurar� lo que estoy haciendo”). Si son padres que trabajan mucho, como la mayor�a, y ven poco a sus hijos, imaginad la (poca) relaci�n. Yo, hijo de padre autoritario, recuerdo correr escaleras arriba cuando o�a que ven�a mi padre hacia las seis de la tarde, y eso que no le hab�a visto en todo el d�a. No por miedo, sino por costumbre.

Los padres permisivos no est�n. Estos da igual que trabajen o no trabajen, porque est�n donde est�n, no educan a sus hijos. Los ni�os, que merecen cari�o, respeto y alguien que les aporte seguridad y ejemplo, acaban por hacerse a s� mismos desde la falta, desde la carencia y el resultado dif�cilmente sea bueno.

Finalmente quedan los padres que s� intentan educar a sus hijos, pero que por la raz�n que sea no est�n el tiempo suficiente con ellos. Ayer mismo se publicaba en los medios una noticia que dec�a que los padres no juegan con sus hijos porque no tienen tiempo y en diversas ocasiones hemos comentado en Beb�s y m�s que los padres pasan menos tiempo con sus hijos del que debieran, o dicho de otro modo, los ni�os est�n menos tiempo con sus padres del que necesitan.

Esto hace que crezcan con una extra�a sensaci�n de carencia (ellos no conocen otra cosa, as� que no pueden compararse) y de falta de referente, que puede afectar a su desarrollo emocional en forma de falta de autoestima.

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Cuando se realizan entrevistas a ni�os adolescentes problem�ticos, tarde o temprano se halla un problema en la relaci�n entre padres e hijos. La falta de comunicaci�n y la falta de confianza (herencia de la falta de tiempo compartido en la ni�ez) son probablemente el mayor problema. Los chicos y chicas, tras eliminar las primeras capas de rebeld�a (“yo soy as� y as� seguir�, nunca cambiar�”) y una vez llegan a explicar lo que sienten realmente, suelen decir que “a mis padres les da igual lo que haga, como siempre”, que “mis padres nunca est�n en casa cuando les necesito, as� que ahora no va a ser diferente” o que “a mis padres no les importo, de hecho nunca les he importado, siempre se han quejado por todo lo que he hecho, todo les parece mal”, por poner algunos ejemplos.

Esto no es matem�tico, por supuesto. Hay padres que con poco tiempo hacen maravillas, simplemente respetando a sus hijos y aprovechando los ratitos diarios y los fines de semana para demostrar a sus hijos que son parte activa de su mundo (del de los padres), que son importantes para ellos y que dan gracias (a Dios, al cielo o a la vida) por tenerles.

El problema es cuando los padres no est�n cuando trabajan y no est�n cuando no trabajan. Por culpa de esto muchos adolescentes de hoy andan perdidos y por eso acaban algunos siendo los llamados “ninis” (ni estudio, ni trabajo), porque rechazan todo aquello que sus padres parecen valorar m�s que a sus hijos (“mis padres estudiaron mucho para trabajar mucho y a m� no me hacen caso… yo no quiero esta vida”) y por eso pierden el respeto de los adultos, que creen saberlo todo y creen ser “mejores que nosotros, los j�venes”, sin serlo realmente.

No todo est� perdido

No todo est� perdido, porque no todos los adolescentes se emborrachan, se drogan, se suicidan ni son delincuentes en potencia y, en cualquier caso, tambi�n muchos de los adultos responsables que cumplen cada d�a con sus obligaciones fueron adolescentes problem�ticos.

Sin embargo s� son muchos los ni�os que hoy en d�a est�n m�s solos de lo que debieran y s� son muchos los padres que apenas comparten tiempo y di�logo con sus hijos.

Conocido el problema, se conoce la soluci�n: m�s tiempo con los hijos. No todo est� perdido porque los adultos tenemos en nuestras manos el futuro de nuestros hijos y, como personas responsables y experimentadas, somos capaces de buscar soluciones que beneficien a nuestros hijos.

Yo, en lo personal, ya estoy educando a mi hijo en un clima de respeto y confianza, no para que sea as� o as�, sino porque creo que, como persona, debo tratarle as�. Respeto no es permisividad, sino dejar hacer lo que quiera hacer cuando pueda hacerlo e inculcar unas normas y unos valores cuando no pueda hacerlo y, sobretodo, ense�arle a amar su libertad y a respetar la libertad de los dem�s.

Foto | Lance Shields en Flickr
Im�genes | E-Faro (I), (II) y (III)
En Beb�s y m�s | M�s tiempo con los hijos, �Tiempo de calidad o cantidad de tiempo?, �No tenemos tiempo para los hijos?, Los primeros seis a�os son vitales para el desarrollo emocional, seg�n Punset



Source: http://www.bebesymas.com/educacion-infantil/por-que-algunos-ninos-de-hoy-en-dia-acaban-siendo-adolescentes-problematicos

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