Todo lo que nos rodea est� lleno de energ�a que fluye. Nosotros tenemos una energ�a que var�a seg�n el estado de �nimo, el clima y el entorno. Pero esta energ�a puede verse afectada por la energ�a vamp�rica de las personas que hay a nuestro alrededor.
Cuando visitamos un hospital, al salir, nos damos cuenta que estamos cansados, a veces con dolor de cabeza y nos sentimos extra�os. En los hospitales los enfermos, sin quererlo ellos, adsorben la energ�a vital de las personas sanas.
Hay personas pr�ximas a nosotros que nos quitan esa energ�a. Un ejemplo de ello lo pod�is ver cuando alg�n familiar o amigo est� de baj�n y luego al cabo del rato vemos que est� alegre y con mucha vitalidad, en cambio nosotros nos sentimos cansados. Se trata de un vampiro energ�tico.
Los ni�os peque�os, los ancianos, los enfermos y las personas con deficiencia mental, son grandes chupadores de energ�a. Y poca defensa tenemos ante ellos.
Si por alguna raz�n tenemos que estar cerca de una personas as�, lo mejor, es que despu�s del encuentro intentemos ir a alg�n lugar donde haya mucha gente (centros comerciales, cines, calles c�ntricas) y si puede ser que la gente sea joven, ya que de esta manera recuperaremos de forma r�pida la energ�a vital.
Todos en mayor o menor intensidad somos vampiros energ�ticos, pero debemos intentar que no nos quiten nuestra energ�a vital. Rodearse de gente sana, divertida, alegre, es la mejor opci�n para tener una energ�a vital en perfecto equilibrio.
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